Renacer, compromiso con la vida

“La diferencia entre la participación y el compromiso es como los huevos y el jamón. La gallina está involucrada; el cerdo está comprometido”.

Podemos ver a los grupos RENACER como un lugar donde yo voy a sentirme consolado en la noche oscura del alma, donde alguien me abraza y me dice “sé cuánto sufres”. Esto es válido y es una de las funciones del grupo.

Pero, sobre todo, RENACER debe ser el lugar en el cual nosotros hacemos patente el homenaje que queremos ofrecer a nuestros hijos e hijas. Ahora bien, ¿qué homenaje es el que quiero dar a mi hijo, a mi hija? Un homenaje anclado en el llanto, la ira, la tristeza… o un homenaje lleno de esperanza, amor y VIDA. El homenaje que nosotros hacemos a nuestros hijos es con nuestra propia vida y la manera en que la vivimos. Nos hacemos responsables de nuestra propia existencia partiendo del amor a nosotros mismos y a nuestros hijos.

El sentido de la vida según Viktor Frankl reside en encontrar un propósito. Si tenemos un “por qué”, siempre encontraremos un “cómo”. Si nos sentimos libres y motivados, siempre podremos generar todos los cambios necesarios para crear una realidad mucho más noble. No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida

El reto reside en conseguir aceptar que la vida sea digna de ser vivida, a pesar de todo lo adverso que hay en ella. Viktor Frankl afirma que vivir es aceptar con dignidad el desafío que plantea la vida, con su carga de adversidad, encontrando y transcendiendo el sentido de ese sufrimiento.

Una reflexión que está circulando en la web dice así: “Vas caminando con tu taza de café y de repente alguien pasa, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes… ¿Por qué se te derramó el café? -Pues porque alguien me empujó. Respuesta equivocada, derramaste el café porque tenías café en la taza. Si hubiera sido té, hubieras derramado el té. Lo que tengas en la taza, es lo que se derramará”. Así pues, cuando la vida te sacude vas a derramar aquello que tengas dentro de ti.

En algún momento podemos pensar y sentir que perder un hijo nos otorga una serie de derechos frente al resto del mundo, pero esos derechos se transformarán en compromisos una vez que descubramos el sentido que queremos dar a nuestra vida. RENACER es un imperativo ético, no puede ser otra cosa. Adquirimos una responsabilidad y un compromiso ineludible con la vida. Por lo tanto, en la medida que entendamos que a partir de ahora nuestra vida se convierte en un homenaje a nuestros hijos, el compromiso adquirido transforma la promesa de amor a nuestros hijos en una nueva realidad, una nueva vida para cada uno de nosotros, una nueva vida para los que nos rodean, un movimiento transformador y transcendente.

El compromiso es la respuesta valiente de quienes no quieren malgastar su vida, sino que desean ser protagonistas de su historia personal y social. El solo hecho de ser hombre no me hace ser un ser humano, necesito transitar ese camino, que va desde un momento determinado hasta que me humanizo. ¿Y acaso el hecho de haber perdido uno o más hijos, no nos ha hecho a todos un poco más humanos? ¿No nos ha hecho más sensibles al dolor de los demás? ¿No se nos caen algunas lágrimas cuando vemos la tristeza, la pobreza o la miseria? ¿No sentimos que queremos levantarnos y hacer algo por otra persona que aún nos necesita? ¿No estamos encontrando una mejor versión de nosotros mismos por el hecho de haber perdido un hijo?

Hemos empezado juntos a transitar un camino ético por el que nuestros hijos nos guían. Un camino en el que el mensajero se convierte en mensaje, dando sentido pleno a un RENACER de nuestra propia vida. Este mensaje nace del amor, por lo tanto, es un mensaje que nunca muere, que sobrevive ante cualquier amenaza y genera vida allí por donde pasa. Cuando se comparte un compromiso apasionado en torno a un propósito común, todo es posible.

“El dolor hace al hombre lúcido y al mundo transparente. El dolor abre perspectivas hasta el fondo”. (Viktor Frankl)

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *