“Cómo no podía dormir Anitram llamó a su padre monstruo y le explicó por primera vez sus miedos. – Papá, escucho a esa niña ruidosa pero no sé cómo es. ¿Y si fuera tan grande como tú? ¿Qué podría hacer? – Llamarme. Le contestó el padre. Escucha, yo mataré miedos por ti. ¿Sabes? El miedo es elástico como un chicle. Se hace pequeño hasta desaparecer cuando tú te creces. Y en aquel momento Anitram notó que había crecido por dentro.” Yo mataré monstruos por ti- Santi Balmes.
El miedo es una de las emociones básicas del ser humano, es una respuesta emocional a una percepción de amenaza que produce angustia ante un peligro. Esta emoción también nos pone en alerta y nos puede hacer actuar.
Con la partida de nuestra hermana o hermano nos encontramos con un torbellino de emociones. El mundo parece cambiar de tono. Los colores de la vida se desvanecen por un momento y una nueva etapa nace ante nuestros ojos, una que nunca imaginábamos tener. Cada paso se puede sentir como una marcha solitaria en un terreno totalmente desconocido. Una de las emociones que toman más protagonismo es el miedo. Miedo a lo desconocido, a no tener el control, al olvido quizá, miedo al propio duelo, etc. La vida se vuelve más frágil y puede que incluso tengas temor a la idea de que le ocurra algo similar a otro familiar, generando una constante ansiedad.
Puede existir el temor a que, con el tiempo, los recuerdos desaparezcan. A olvidar los pequeños detalles, las experiencias compartidas. A la idea de continuar con la vida sin la presencia de ese hermano, de ese compañero.
Cada persona enfrenta estos miedos de manera única, y no hay una forma correcta o incorrecta para hacerlo. Buscar ayuda ya sea de amigos, profesionales o familia puede ser una buena herramienta para encontrar un camino hacia la sanación de estos miedos.
Es importante reconocer nuestros miedos, abrazarlos y permitirnos sentirlos.
Aunque el miedo no desaparezca completamente con el amor y el tiempo podremos aprender a vivir con él.
Algunas ideas para enfrentarte a los miedos.
- Reconocer el miedo. Identificarlo y aceptarlo. Es válido sentir estos temores.
- Hablar sobre los sentimientos. Compartir las preocupaciones y miedos con personas de confianza puede ser muy terapéutico. Hablar puede ayudarte a procesar tus sentimientos y recibir apoyo.
- Buscar apoyo profesional.
- Practicar técnicas de relajación. Respiraciones, meditación…