Gael nació sano, fuerte, bello, feliz. Pero la vida quiso que se fuera pronto, muy pronto, de manera repentina e inesperada.
María, Darío, Pablo, Juan Esteban, Lucía, Alejandra, Paloma, Iván, Marcos, Adrián, Javier, Jordi, Alejandro, Patricia, Guillermo, Jony, Vanessa, Sergio, Cristina, Aleks, Sofía, Enzo, Alba, Manu, Andrés, Analía, Jon, Gael…. todos nuestros hijos pertenecen ahora a la eternidad, pero no nos han abandonado, nos guían de la mano por un camino de esperanza y alegría, que es Renacer. Ellos son nuestros maestros, y no nuestros verdugos. Su amor infinito es el legado que nos han dejado, para llevarlo muy profundo en nuestro corazón y devolverlo a la vida en cada instante.
En Renacer comienza una vida que parecía imposible. Los abrazos sinceros y compasivos a otros padres que sufren como nosotros, son el principio de algo nuevo nunca antes vivido. El compartir experiencias, reflexiones y darle a lo que nos ha pasado un punto de vista diferente, positivo, desde el amor, nos llena de esperanza y nos devuelve, poco a poco, esa ilusión perdida, esas ganas de volver a ser por y para ellos, como homenaje a su vida para siempre.
Renacer es un mensaje que invita a la alegría de volver a vivir a pesar de todo, alentándonos y haciéndonos ver que somos capaces y responsables de elegir la vida que nuestros hijos merecen y esperan de nosotros. Con mucho esfuerzo y un trabajo personal diario, pero es posible, y también necesario.
Esta escuela de vida es ahora nuestro refugio, nuestro lugar de confianza, nuestro punto de partida hacia una manera de vivir mejor, más profunda, más consciente, más sincera, más feliz. Diferente a lo vivido antes, pero con ese amor incondicional que es de otro mundo y que nos acompañará hasta que seamos parte de esa misma eternidad.
Gracias a nuestros HIJOS por esta lección de vida.
Gracias a TODOS los que nos sostienen en este nuevo camino.
Gracias al AMOR que todo lo puede.
Marijose y Juanfran, papás de Gael.
