Cerramos el mes de octubre con una reunión muy especial. Sandra, mamá de Asia, nos invitó a explorar nuestro lado creativo y dar vida a esos mundos maravillosos de conexión con nuestros hijos e hijas.
Os compartimos el texto de Sandra sobre el que desarrollamos una reunión llena de colores y esperanza.
“Desde tiempos ancestrales, la humanidad ha buscado representar y comprender la vida, la muerte y la conexión entre ambos a través de símbolos universales. Uno de los más poderosos es el Árbol de la Vida, presente en culturas tan diversas como la azteca, la maya, la celta o la nórdica.
Este árbol no solo representa la interconexión de todos los seres vivos, sino también la continuidad y el renacer constante: las raíces se hunden en la tierra, la savia asciende, y la copa se abre hacia el cielo, uniendo lo tangible con lo espiritual.
En el arte contemporáneo y la literatura, este símbolo se ha manifestado de múltiples formas, recordándonos que la vida y la luz son un ciclo que se renueva.
En la pintura, artistas como Gustav Klimt, Frida Kahlo o Marc Chagall han representado visualmente la armonía entre raíces, tronco y ramas, llenas de luz y movimiento.
En la literatura, autores como J.R.R. Tolkien, C.S. Lewis, Italo Calvino o Gabriel García Márquez han creado mundos donde árboles, luz y magia simbolizan la continuidad de la vida, la memoria y la conexión con lo trascendente.
La música también ha explorado estos conceptos de manera profunda. Compositores y cantantes como Ayla Sfycher, Ima Nazca, Danit, así como intérpretes de ópera y música clásica —por ejemplo Maria Callas, Luciano Pavarotti o Andrea Bocelli— han desarrollado canciones y cantos ceremoniales que funcionan como mantras, conectando al oyente con la naturaleza, con la sanación interior y con la idea de renacer a través del amor.
Incluso en películas como Avatar, Pocahontas o El Árbol de la Vida, el árbol no es solo un elemento estético: es un símbolo de conexión, memoria y trascendencia.
En este contexto, ALMASIA surge como un mundo maravilloso, un espacio simbólico y creativo donde podemos experimentar, sentir y visualizar este árbol de luz y vida. En Almasia, las raíces representan nuestros vínculos profundos, la savia es la memoria y el amor que nos conecta con nuestros hijos e hijas, y la copa de luz nos recuerda que el renacer es posible: cada acto de amor, cada recuerdo y cada creación artística nos conecta con la continuidad de la vida.
En nuestra reunión de hoy, caminaremos hacia Almasia con un propósito doble: honrar a nuestros hijos y reencontrarnos con nuestra propia capacidad de renacer.
Plantaremos semillas simbólicas, pintaremos mundos de luz y crearemos universos personales, con acuarelas, témperas y colores que reflejen nuestra memoria y nuestra esperanza. Cada trazo es un acto de renacimiento: nos recuerda que la vida continúa a través del amor profundo que sentimos hacia nuestros hijos y hacia el mundo.
Propuesta de trabajo para los participantes: Para seguir profundizando en esta experiencia, os invito a investigar sobre autores, escritores, leyendas, películas o músicas que hablen del Árbol de la Vida y de la conexión con un mundo maravilloso.
Algunos ejemplos ya han sido mencionados en la reunión de hoy: pintores como Gustav Klimt, Frida Kahlo o Marc Chagall; escritores como Tolkien, C.S. Lewis, Italo Calvino o Gabriel García Márquez; cantantes contemporáneos como Ayla Sfycher, Ima Nazca, Danit; y cantantes clásicos y de ópera como Maria Callas, Luciano Pavarotti o Andrea Bocelli; además de películas como Avatar, Pocahontas o El Árbol de la Vida.
Puedes traer tus descubrimientos al próximo encuentro para compartirlos y enriquecer nuestro mapa de inspiración artística y espiritual. Así, Almasia no es solo un concepto o un símbolo: es una experiencia tangible, que combina ciencia, arte y espiritualidad, invitándonos a observar, sentir y crear, recordándonos que la vida, aunque transformada, sigue fluyendo, y que el Árbol de la Vida y de la Luz está dentro de cada uno de nosotros, conectado con la tierra, con el cielo y con todos los que amamos.
Gracias por RENACER juntos.”
