Lo que te diría una persona en duelo si le saliera la voz. Basado en el libro «Las palabras que importan» de Kathryn Mannix.
- No me evites. No tengo fuerza para buscarte, pero me siento abandonado si permaneces ausente.
- Evita preguntarme cómo estoy. La pregunta es demasiado grande. No sé cómo estoy o cómo responderte.
- No pierdas el contacto. Es un gran apoyo que te acuerdes de mi aunque no te responda. Mi dolor no tiene un límite de duración.
- No te agobies si lloro. No permitas que el miedo a mis emociones te impidan acercarte a mi. Agradezco tu bondad.
- No intentes animarme. No puedo animarme. Pero valoro tu acercamiento, aunque no sepas qué decirme.
- Escúchame. Déjame contar historias. Dame espacio para sentir la felicidad de mi pasado y o solo mi tristeza del ahora.
- Di su nombre. No me vas a poner más triste, al contrario. Me gusta saber tus recuerdos.
- Ofréceme ayuda práctica. Incluso las pequeñas cosas me pueden abrumar. Preparar la comida, recoger a los niños, sacar al perro….
- Evita los tópicos. No justifiques su muerte con frases hechas: «ya ha dejado de sufrir», «ahora está en un lugar mejor» etc. Mejor reconoce mi dolor.
- Ayúdame en la vuelta al trabajo. Pregúntame cómo facilitar que vuelva a mi rutina laboral.
Lectura muy recomendable.